Mentor

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15 de septiembre de 2018

Hoy ha sido mi primer día de clase en Marianistas. Sí, al final me decidí. Hemos llegados juntos Juanjo y yo. Hemos venido los dos en bici, desde el parque, por detrás del canal. Hoy era la presentación.

Nos han asignado un tutor. Un mentor. Nos han explicado será quien nos acompañe, nos aconseje, nos oriente durante todo el curso. Me ha tocado «David». Parece un tipo majo. Nos ha explicado el horario (que es muy complicado porque hay un montón de optativas), las normas, el uso del comedor, del club social. Nos han dado las claves del wifi (ya me siento como en casa) y nos ha contado cómo funciona el uso de ordenadores en el centro. Cada uno venimos con nuestro portátil que usamos en casi todas las asignaturas…

Después nos ha explicado que tendrá una entrevista personal con cada uno de nosotros durante el primer trimestre y que a los nuevos nos citará primero…

Al final nos ha entregado una hoja con el horario, los nombres de los profesores, las normas, los protocolos. Por detrás estaba escrito este poema…

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

He subrayado algunas frases… Pues eso ¡que sea largo! Pero ¡tampoco demasiado!

La «visita»

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19 de junio de 2017

Al final me he decidido. Al menos voy a visitar el cole. La verdad es que me pica la curiosidad. Fui ayer por la tarde aprovechando que ya no hay clase por la tarde.

Lo que más me impresiona es lo grande que es todo. A pesar de estar en junio había un montón de gente. Gente entrenando al fútbol en el campo de césped artificial, gente jugando al baloncesto en las pistas, gente corriendo y saltando vallas… y al entrar… una cristalera enorme y un polideportivo chulísimo… ¡Por lo menos había cuatro equipos jugando al voley!

Nos ha recibido el director y un grupo de cuatro alumnos (la chica rubia y algo callada estaba entre ellos). Nos han enseñado todo el colegio… ¡es enorme! Junto al campo de fútbol tienen un ¡párkin de bicis! Casi todo el mundo viene en bicicleta. Hay un carril que lleva directo hasta nuestro barrio. Al lado tienen la biblioteca, el comedor… Y un poco más allá la Iglesia y los «pabellones». En el de bachillerato nos han enseñado las aulas, grandes, con mesas dobles (¿cómo harán los exámenes?), muchos carteles en el hall, una cartelera enorme y mesas llenas de alumnos repasando por grupos. «Aún estamos de exámenes» ha dicho la chica rubia.

Tienen laboratorios y un Aula Magna con sillones de cine y mesas de esas de pala para escribir…

Cuando hemos vuelto a salir hemos recorrido el resto del colegio. Hay montones de árboles, cesped, bancos para sentarse, y ¡una piscina! La verdad es que parece un sitio agradable para estudiar…

Al final nos hemos reunido con los directores de nuevo y nos han explicado qué es lo que nos «ofrecen». Esta vez sí me ha quedado claro: FLEXIBILIDAD académica (te aconsejan pero te dejan libertad para elegir aquello que más te interesa), AUTONOMÍA (cada alumno ha de hacerse responsable), ACOMPAÑAMIENTO (pero sin dejarnos perdidos), EXIGENCIA y DESARROLLO de nuestros TALENTOS (vamos que quieren sacar lo mejor de nosotros mismos), PARTICIPACIÓN y PROTAGONISMO (en todo pero especialmente en lo importante…)

Cada vez pinta mejor… Y me voy aclarando…

Preguntas

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18 de junio de 2017

¿Será difícil conocer gente en un colegio tan grande?

¿Caeré bien?

¿Cómo será mi tutor?

¿Tendré confianza con él?

¿Será muy difícil aprobar allí?

¿Cómo será eso de dar la clase con tu propio ordenador?

¿Me admitirán en el equipo de voley?

¿Harán viajes?

¿Serán muy diferentes mis compañeros?

¿Irán algunos de mis amigos -aparte de Juanjo, claro?

¿Sacaré suficiente nota en «selectividad»?

¿Será buena la comida del comedor?

¿Estaré bien?

Una «charla»

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17 de junio de 2017

Josi, nuestro tutor de este último curso, nos ha invitó ayer a una «charla» con la Coordinadora de Bachillerato de Marianistas y un grupo de alumnos. Lo han hecho otros años pero yo ni me había enterado. He quedado con Juanjo para ir juntos.

Yo pensaba que no me iba a servir de nada pero al final sí que ha estado bien. La coordinadora es maja, algo seria pero parece maja. Nos ha soltado «el rollo» sobre lo importante de la autonomía y la responsabilidad, de cómo en su cole pretenden que cada uno gestione su propia libertad. No sé, sonaba a que se lo creen de verdad.

Lo mejor ha sido escuchar a alumnos de Primero de Bachillerato. Aún les faltan los «finales» pero ya pueden hacer balance de cómo ha ido el año. Todos han hablado del «nivel de bachillerato» pero también de cómo los profesores están ahí para ayudar en lo que sea. Nos han contado un montón de cosas… cómo funciona su biblioteca (¡la tienen abierta todo el día!) o cuántas actividades se organizan por las tardes (charlas, cine-forum, clubsdelectura…)

Me ha sorprendido lo bien que hablaban de lo «religioso». Tienen ejercicios y catequesis. Aún no sé si es algo que me interese. Pero impresionaba oírles hablar de cuánto les gusta tener la oportunidad de reflexionar, de pensar en sus vidas, de pensar en los otros. ¡Ah, y también hacen voluntariado!

Al final nos han hablado del proyecto «mentor». Algo sobre la tutoría, sobre atención individual… Me he quedado con lo que ha dicho una chica rubia más bien callada: «se preocupa por ti, te ayuda en todo, te ayuda a ser más… tú».

Expectativas. Lo que espero, vamos.

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16 de junio de 2017

La verdad es que cambiar no me apetece NADA. ¡Bastantes cambios tengo yo ya! No es fácil convivir con esta montaña rusa de emociones, con este cuerpo que no controlo, los amigos, las amigas, los padres… Además tampoco será tan importante ¡no?

Bueno es cierto que, puestos a elegir, me gustaría encontrar un cole donde haya muchas actividades. Me apetece seguir con la música. Y el voley no lo pienso dejar, claro. Un sitio con un buen polideportivo no estaría mal. Como tampoco tengo claro lo que voy a estudiar me gustaría poder elegir asignaturas un poco diferentes: quiero hacer economía pero también me interesa la física y química… Me han dicho mis amigos que no en todas partes te dejan elegir. ¿Y si luego me arrepiento? ¿Puedo cambiar de opinión? ¿Y de optativas, qué? Me gustan los ordenadores pero no quiero dejar el «alemán»…  Uff qué lío.  Guillermo me ha estado contando que en Marianistas le dejan escoger «casi» entre todas las asignaturas. Tengo que preguntarle más.

¡Ah! Y eso sí, me apetece mejorar mi nivel de inglés. En eso (casi en lo único) sí que estoy de acuerdo con mis padres. Me gustaría tener clases de conversación. Y poder hacer los exámenes oficiales. Ya lo dice mi tío Juande… «sin el inglés no haces nada hoy día».

Por otro lado no me apetece nada un sitio donde me «controlen» a todas horas. En el cole notamos mucho el paso a Cuarto de ESO. Nos dejaban más libertad, más autonomía y tal… Supongo que en Bachillerato será parecido. Me gustaría tener la posibilidad de decidir, de opinar, de participar. ¡No me gusta que me lo den todo hecho! Aunque también me he acostumbrado a poder acudir a mis profes para cualquier cosa. Mi tutor de este año, Josi, siempre estaba ahí. Espero encontrar profesores parecidos: cercanos y exigentes (sí, sí, exigentes).

También tengo que preguntarle a Juanjo si en Marianistas llevan ordenadores, si cada uno puede llevar el suyo, si trabajan en digital… La verdad es que estaría bien no tener que cargar con tanto libro…

 

 

 

 

Cruce de caminos

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15 de junio de 2017

Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre. No lo tengo yo tan claro. De lo que estoy seguro es de que en apenas unos días se termina este curso, esta etapa, esta ESO que ha estado bien… muy bien.

Mis padres llevan meses dándome la brasa con lo importante que es para mi futuro tomar las DECISIONES adecuadas. «Ya lo sabes» «El bachillerato te abrirá puertas» «La nota cuenta» «Tienes que ponerte las pilas desde el primer día» «Piensa que un cole con buen nivel te preparará para la universidad» «No te dejes influir» «¿Has decidido ya?»…

Mis amigos no le dan tanta importancia. Manu y Fede tiene claro que se van a ir al Instituto del barrio. Les pilla al lado de casa. El hermano de Manu está terminando allí Segundo… Es duro pero está contento. En los recreos salen al parque de aquí al lado, coincidimos a veces. Susana se cambia de colegio y de ciudad. A su padre lo han destinado a Madrid. Aún no sabe cuál será su cole. Dependerá de donde acaben encontrando piso. Y yo… pues no sé. Es una pena que en nuestro «cole» de siempre no haya Bachillerato. Juanjo me ha comentado que sus padres le han propuesto ir a Marianistas. Es un cole grande. Muy grande. Tiene buena fama.

No sé. No lo tengo claro.