Expectativas. Lo que espero, vamos.

Estándar

16 de junio de 2017

La verdad es que cambiar no me apetece NADA. ¡Bastantes cambios tengo yo ya! No es fácil convivir con esta montaña rusa de emociones, con este cuerpo que no controlo, los amigos, las amigas, los padres… Además tampoco será tan importante ¡no?

Bueno es cierto que, puestos a elegir, me gustaría encontrar un cole donde haya muchas actividades. Me apetece seguir con la música. Y el voley no lo pienso dejar, claro. Un sitio con un buen polideportivo no estaría mal. Como tampoco tengo claro lo que voy a estudiar me gustaría poder elegir asignaturas un poco diferentes: quiero hacer economía pero también me interesa la física y química… Me han dicho mis amigos que no en todas partes te dejan elegir. ¿Y si luego me arrepiento? ¿Puedo cambiar de opinión? ¿Y de optativas, qué? Me gustan los ordenadores pero no quiero dejar el «alemán»…  Uff qué lío.  Guillermo me ha estado contando que en Marianistas le dejan escoger «casi» entre todas las asignaturas. Tengo que preguntarle más.

¡Ah! Y eso sí, me apetece mejorar mi nivel de inglés. En eso (casi en lo único) sí que estoy de acuerdo con mis padres. Me gustaría tener clases de conversación. Y poder hacer los exámenes oficiales. Ya lo dice mi tío Juande… «sin el inglés no haces nada hoy día».

Por otro lado no me apetece nada un sitio donde me «controlen» a todas horas. En el cole notamos mucho el paso a Cuarto de ESO. Nos dejaban más libertad, más autonomía y tal… Supongo que en Bachillerato será parecido. Me gustaría tener la posibilidad de decidir, de opinar, de participar. ¡No me gusta que me lo den todo hecho! Aunque también me he acostumbrado a poder acudir a mis profes para cualquier cosa. Mi tutor de este año, Josi, siempre estaba ahí. Espero encontrar profesores parecidos: cercanos y exigentes (sí, sí, exigentes).

También tengo que preguntarle a Juanjo si en Marianistas llevan ordenadores, si cada uno puede llevar el suyo, si trabajan en digital… La verdad es que estaría bien no tener que cargar con tanto libro…

 

 

 

 

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